martes, 23 de marzo de 2010

HIS TEMA IV part 6 Revolución liberal en el reinado de Isabel II

3.     Fase final: la descomposición del sistema isabelino (1856-1868)
a)   Los gobiernos unionistas (1856-1863)
El nuevo gobierno unionista liderado por O’Donnell intentó crear un equilibrio político combinando elementos fundamentales del proyecto moderado y propuestas progresistas. Así se produjo una estabilidad política interior que estuvo acompañada a una etapa de prosperidad económica. Entonces fue cuando España pudo centrarse en política exterior. Se llevaron a cabo tres campañas de carácter internacional:
  • La Expedición a Indochina.
  • La intervención de México.
  • Las campañas militares de Marruecos (1854-1860). De aquí salió con gran prestigio el general Prim y se firmó la Paz de Wad-Ras. En esta campaña de incorporaron a la Corona el territorio de Ifni y la ampliación de la plaza de Ceuta.
En 1863 la descomposición interna de la coalición gubernamental hizo que O’Donnell presentara su dimisión y la reina entregó el poder a los moderados.

b)   Los gobiernos moderados (1863-1868)
Entre estos años volvió al poder Narváez imponiendo su gobierno de forma autoritaria. Ésto llevó a una serie de insurrecciones progresistas como:
  • La Noche de San Daniel (1865), donde se ocasionaron unos graves incidentes en la universidad de Madrid, los cuales se iniciaron a raíz del artículo de Emilio Castelar, profesor de ideología republicana.
  • La Sublevación de los sargentos de San Gil (1866).
La situación del gobierno empeoró a raíz de la crisis de subsistencias, iniciada en 1866, que provocó el aumento de los precios y el descontento popular.

 4. Conclusión: Fin del Reinado de Isabel II
En 1860, gran parte de la población tenía motivos de descontento contra el sistema isabelino. Ante la imposibilidad de acceder al poder por los mecanismos constitucionales el Partido Progresista, dirigido por Prim, practicó una política de retraimiento. En la misma posición se situaba el Partido Demócrata, de modo que ambos firmaron el pacto de Ostende en 1867. El compromiso proponía el fin de la monarquía isabelina. A dicho pacto se unieron los unionistas en 1867 tras la muerte de O’Donnell.
En 1868 Juan Bautista Topete protagonizó un alzamiento militar en la Bahía de Cádiz al que se unieron Prim y Serrano y rápidamente consiguieron el apoyo de la población gaditana. La reina envió desde Madrid a un ejército para enfrentarse con los sublevados. El 28 de septiembre se libró una batalla entre ambos, que dio la victoria a las fuerzas afines a la revolución. El gobierno no vio más salida que dimitir y la reina no tuvo más remedio que dimitir.

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