martes, 23 de marzo de 2010

HIS Tema VII part 1 El Sexenio Democrático


EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868 - 1874)

1. INTRODUCCIÓN
La revolución de 1868, La Gloriosa, significó el final de la monarquía de Isabel II. Después hubo 6 años, en los cuales se produjo alternancia en el poder y una gran inestabilidad. En el este período tubo una gran importancia la pequeña burguesía de las ciudades y el naciente movimiento obrero. Por ello, esta etapa se denomina Sexenio Democrático o Sexenio Revolucionario.
El sexenio Democrático representó un intento de ampliar el liberalismo e instaurar la democracia. Pero estos años se vieron llenos de conflictos, por lo que la burguesía democrática no consiguió estabilizar un régimen político definido. La regencia, la monarquía de Amadeo I de Saboya y más adelante la República no pudieron controlar los diversos conflictos que se presentaron. El fracaso del Sexenio condujo al período de la Restauración de los Borbones, en la persona de Alfonso XII, el hijo de Isabel II.

2. FASES DEL SEXENIO REVOLUCIONARIO
2.1. LA REVOLUCIÓN DE 1868
2.1.1. LAS CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN

a)     LA CRISIS ECONÓMICA. A partir de 1860 se inició una importante crisis económica. Dicha crisis fue la primera gran crisis del sistema capitalista a nivel internacional, pero también coincidió con una crisis de subsistencias, que tuvo importante consecuencias en las condiciones de vida de las clases populares.

b)     EL DETERIORO POLÍTICO. En 1860, gran parte de la población tenía motivos de descontento contra el sistema isabelino. En 1866, después de la revuelta de sargentos del cuartel de San Gil y de su dura represión, O’Donnell fue apartado del gobierno por la reina. Ante la imposibilidad de acceder al poder por los mecanismos constitucionales el Partido Progresista, dirigido por Prim, practicó una política de retraimiento. En la misma posición se situaba el Partido Demócrata, de modo que ambos firmaron el Pacto de Ostende en 1867. El compromiso proponía el fin de la monarquía isabelina. A dicho pacto se unieron los unionistas en 1867 tras la muerte de O’Donnell.

2.1.2. LA REVOLUCIÓN DE SEPTIEMBRE DE 1868
En 1868, Juan Bautista Topete protagonizó un alzamiento militar en la Bahía de Cádiz al que se unieron Prim y Serrano y rápidamente consiguieron el apoyo de la población gaditana. La reina envió desde Madrid a un ejército para enfrentarse con los sublevados. El 28 de septiembre se libró una batalla entre ambos, que dio la victoria a las fuerzas afines a la revolución. El gobierno no vio más salida que dimitir y la reina no tuvo más remedio que exiliarse. Además del pronunciamiento militar, se constituyeron Juntas revolucionarias. Los sublevados, tras entrar en Madrid, propusieron  la Junta revolucionaria de la capital el nombramiento de un Gobierno provisional.


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